“He pasado los mejores años de mi juventud en la guerra, cárceles, campos de concentración y batallones disciplinarios, y tengo muy claro que no quiero que se repitan esas historias. Deseo que, ante todo, la juventud pueda disfrutar de paz y libertad”. Así se expresaba Bixente Lakasia el pasado sábado 24 de junio en el frontón de Burgui, su pueblo natal, el mismo pueblo del Pirineo navarro del que se tuvo que exiliar, en los tristes y duros años de la posguerra. Desde entonces vive Bixente en Maule, al otro lado de los Pirineos, entre las montañas y prados de Zuberoa, pero este sábado volvió a su pueblo para participar en el homenaje que se realizó a las esclavas y esclavos del franquismo.
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